domingo, 9 de octubre de 2011

Mal en Faro

Escribo desde la rabia y la ofuscación, creo que lo notaréis pronto. Cuando uno prepara un objetivo, con una planificación buena y sale un día malo en el que hay cosas que se pueden, fácilmente, mejorar o incluso “te engañan”, pues uno termina calentito, en todos los sentidos. Advertencia, viene tocho gordo. (En la foto Greta me explica la estrategia)

Bien, breve resumen antes del tiro de salida. Corté la temporada un poco antes de tiempo en Carmona, cuando creo que estaba en buen momento para las pruebas de 10K o menos. Y me he tragado la pretemporada y preparación en pleno veranito sevillano.

La elección de Faro como objetivo fue un tanto casual, un tanto deseada. Quería marcarme un “gran objetivo” antes que llegara el bebé, Samuel. Revisando el calendario veo Faro, la II Maratona e Meia Maratona do Algarve (Portugal). Inicios de octubre, perfil llano (según la información de la organización) y relativamente cerca de casa. Así motivo a mi chica a acompañarme y hacer algo de turismo y disfrutar de la gastronomía lusa. Me encanta ir a Portugal.

Hasta aquí todo idílico, perfecto. Pero el sábado, al ir al recoger el dorsal se empieza a torcer la cosa. Nada más sacar el pié del coche veo que hace un viento curioso y que la temperatura ya supera los 25º, algo camuflada por el propio viento. La hora de la salida era más o menos la misma a la que llegamos a las “Piscinas Municipais” para coger el dorsal y la bolsa del corredor. Allí conocí a un atleta irlandés con el que casi pacto ir juntos, ya que me dijo que había corrido en Dublín hacía tres semanas en 1h29m de tranqui y quería bajar de 1h25m en Faro. Aunque al final no coincidimos en la carrera, llegamos muy cerquita, cosas del destino.

El tema de la meteorología me fue rondando el tarro el resto del día. Tenía muy presente el recuerdo de la Media de Isla Mayor, dónde ésos dos mismos elementos, viento y calor, me lo hicieron pasar muy mal. ¿Tropezaría otra vez en la misma piedra? Me dije no, mi cabeza decía no, pero mi corazón decía que tanta preparación y tal era para ir a por la marca ostia! Intentaremos llegar a un equilibrio.

Cuando la mañana de la carrera le doy una vuelta a Greta, aún en el apartamento, se sentía un fresquito riquísimo, me cargó de optimismo. Pero a la hora H las condiciones se repetían, calor y viento. De hecho opté por ir con gorra y quitarme la cinta del pulsómetro, los gramos que salen por los que entran. Los maratonianos ya habían salido, a las 10 hora española, sin embargo el tiro para nosotros no era hasta las 11:20 ¿podríamos haber salido juntos o simplemente 10 minutos después?

Tenemos ya dos factores totalmente incontrolables por tí, como atleta, contra la meteorología no puedes hacer nada, pero se podía haber salido algo antes...Bien, ahora viene el tercer ingrediente de la salsa de despropósitos. De trazado llano poquito. No hay grandes cuestones, pero el sube y baja era constante desde el inicio, siendo el tramo más duro, no por desnivel sino por constancia, el que iba aproximadamente del 11 al 14, donde ya di el objetivo por perdido.

Pero me estoy adelantando, vayamos por orden que sabéis que suelo ser de dar mucho detalle. Se da el tiro y el grupo se estira rápido, somos pocos (210 terminados). Trato que cabeza y corazón vayan en paz. Un grupo habla de ir a 3'55”, la ventaja de hablar portugués y poner la oreja, pero aunque quiero me digo no y salgo algo más calmado.

Primer kilómetro y todos ya estirados, miro a mi alrededor y no hay grupos salvo el qué comenté en el párrafo anterior, que iba más rápido del 3'55” que proponían. Además ya en el K1 primera cuesta no muy dura, pero será el aperitivo, bajada sprint para volver a subir y paseo por el centro de la ciudad, incluso por calles peatonales (acerado). Poquísimo ambiente en la calle, la gente te ignora directamente, algún tímido aplauso y algún grito de ánimo por llevar la camiseta del Sporting de Lisboa, al que respondo con el pulgar hacia arriba. Las sensaciones eran buenas, me veía bien entre 3'55” y 4'00” pese a acerados, toboganes, ventoleras y la soledad, claro que es pronto aún. Compartí poco más de 1K con dos atletas de Clube Petacão, los dejé atrás, y luego hice dupla con un italiano, al qué apodaré Tironelli, durante unos metros.

El primer punto de inflexión llega en el K6, ya salimos de Faro para no volver. Es un ciudad pequeña, pero algún Km más se podría haber hecho por sus calles. Nada más salir de la urbe cuesta intensa, afortunadamente no era más de 100m pero pica. Ya estamos fuera de Faro y Eolo se erige en el protagonista. Vamos por campo abierto, de vez en cuando pasamos algún grupo de casas, o algún campo de frutales, que nos valen de abrigo, pero ir al ritmo establecido ya no es tan fácil. Aún así mantengo, sin estridencias. Recuerdo el mapa de la carrera y sé que sobre el 15 vamos de vuelta y a priori el viento nos favorecerá, me marco ese kilómetro como objetivo.

Nueva cuesta intensa, también corta, un puente sobre una carretera, pica y el viento de cara. Miras para delante y se ve una recta con una ristra de atletas, uno a uno. Llegamos a una aldea, creo llamada “Mar e Guerra”, vaya nombre, sus calles son un oasis, sin viento, resguardados, además es punto de avituallamiento y ahora hay un leve descenso. Ello hace que las buenas sensaciones vuelvan. Es el K10, voy ligeramente por encima de 40 minutos, me automotivo, estamos en el filo de la navaja, el objetivo aún es alcanzable.

Desgraciadamente al abandonar la aldea volvemos a ir dirección norte, viento en contra, y del K11 al K14 la cosa va hacia arriba, sin grandes porcentajes pero sin descanso. Aquí ya se me comenzó a ir el ritmo y la cabeza empezó a calcular y sopesar y el corazón iba liado en seguir hacer funcionar las piernas. Empiezo a perder segundos que se me antojan irrecuperables por mucha bajada y viento a favor que vaya a venir.

Cuando la cosa cambia, giro y vuelta dirección salida, comienzo a abrir las piernas y tratar de levantar el ánimo. Además escucho atrás “zapateo” y voces, miro y veo que viene un grupo, de unos 6 o 7 atletas. ¡¡Dios mi tabla de salvación!! Me dejo querer y descaradamente me voy a la cola, sala de recuperaciones. Lidera el grupo Tironelli acompañado por un chaval joven, sin dorsal que va dando voces animando a otros dos. Además van los del Clube Petacão, y aparecen volando dos más, una chica y un chico, ambos sin dorsal. No tengo muy claro la labor de éstos que iban sin dorsal, iban animando a todos, incluso a mí, pero llevaban un ritmo complicadísimo de mantener. Tironelli parece desfallecer y pierde metros, a los 500m vuelve a pasarnos para liderar destacado. Ello hace que las jóvenes liebres meneen el grupo de mala manera. Me llevan fuera de punto y los continuos tirones me hacen definitivamente ceder. Estuve un par de kilómetros con ellos, lo que se notó positivamente en el ritmo, además que el perfil pasaba a ser favorable.

La compañía de este grupo además me hizo beber apresuradamente, para no perder el tren, provocando algo de flato, que fue a más con el paso de los kilómetros, ya en solitario. Como ya iba con los brazos caídos, decidí recuperar algo de resuello y controlar algo la respiración en el K19, donde caminé 20 o 30m. La verdad es que este levísimo parón me lo alivió bastante y me hizo volver a seguir con destino a la meta con la única motivación de ponerme el chupe y saludar a mi chica y a mis padres que andaban en las pistas animándome.

A la lógica decepción por no haber conseguido la marca se une el cabreo por el perfil de la prueba. No es para nada un itinerario para hacer marca, con o sin viento, pero así te lo venden. Quizás sea esa la razón de la baja participación, cuando en pruebas en Huelva o Sevilla es muy habitual ver portugueses, no tiene mucho sentido que entre Maratón y Media, en la capital del Algarve, no haya más de 400 inscritos, muy pobre participación.

Supongo que en breve se me paseará el cabreo, aunque ya lleve dos oportunidades en las que la meteorología, y el perfil en éste último caso, me ha quitado la marca que sé que llevo en las piernas y que tarde o temprano saldrá.

Bueno, hay que mirar pa'lante, próximo objetivo Brenes, una 9.500m, a volar bajo se ha dicho y en el futuro Ayamonte vuelve a coger fuerza como Media "objetivo".

Datos del Garmin: http://connect.garmin.com/activity/120203291

Saludetes.